Y los peores temores se hicieron realidad
Guadalupe
Guadalupe
20/01/07 16.00h
Sí, amigos, lo más demoledor y terrorífico que podía haber pasado este fin de semana, ocurrió en verdad para el Barrio S.F
En su partido contra Talleres Carlos, últimos, con solo un punto a favor y un gol-average de veintitrés goles en contra, el Barrio S.F cayó derrotado, e incluso podríamos decir que humillado, por 2-0
En ningún momento se vio un Barrio ganador, agresivo o enérgico que pudiera no ya ganar el partido, sino marcar un gol con autoridad.
Empezó asentado el Barrio, con unos dignos quince minutos principales, donde el Talleres Carlos no acertaba a dar dos pases seguidos, con pérdidas de balones estúpidas e infantiles. El Barrio tenía la pelota pero no sabía que hacer con ella. Apenas creaba peligro arriba y de eso se dio cuenta el rival, que se agazapó atrás en busca de un golpe letal.
Y ahí vinieron los problemas. Se adelantó Talleres Carlos tras un fallo colectivo que empezó en Raúl Casillas y un mal saque de puerta seguido de un erróneo control de Manolito Hurtado que propició el contraataque rival y el consiguiente tanto tras un buen regate al guardameta.
¿Jarro de agua fría? Barreño entero y congelado que se desplomó sobre el equipo quedándole bien aturdido. Minutos después, tendrían la oportunidad de empatar pero Fermín Iglesias, con toda la portería par él, tiró a dar y efectivamente dio, dio al único defensa que estaba bajo los palos.
Y otra vez pudo repetir gol el Talleres, tras una jugada-error calcada al primer tanto, pero esta vez Raúl Casillas demostró su oficio.
Se llegó al descanso con un Barrio herido en su orgullo y con la moral por los suelos, que quedó demostrado en el silencio sepulcral del banquillo en el tiempo de reposo.
La segunda parte volvió a ser una copia de la primera, el Talleres Carlos atrás, con su número 11 (quien junto al 14, daban los únicos destellos de calidad) esperando la oportunidad.
El Barrio por su parte, siguió fallando en los pases, marcajes y controles, sin poder acercarse a la portería contraria. No es una excusa, pero el campo influyó negativamente a la hora de elaborar una jugada, pues enseguida había tres rivales encima. Por tanto, se recurrió al patadón largo, lo cual, en este equipo, que no está sobrado de Beckams y Cristiano-Ronaldos, no fue una buena idea.
Y muy puntualmente, los mecánicos que tenían su oportunidad, hasta que en una buena acción a la media vuelta, su numero 14 apuntillaría a nuestro Barrio. Para rematar la faena, Fermín Iglesias volvió a estrellar el balón en el único bulto bajo los palos.
Antes de acabar el partido, nuestro árbitro favorito volvería a dejarse notar sacando una estúpida tarjeta al debutante Juanito, en el último minuto y habiendo perdonado muchas peores durante el encuentro. Pero esto, ya no sorprende a nadie.
En resumen, mal partido y justa derrota del Barrio, que se hunde en la ciénaga del descenso por méritos propios, a la espera de lo que haga Malmaral, y que mucho tiene que mejorar para conseguir escapar de esta situación.
Aún le queda una vuelta entera, seremos optimistas.
El mejor. Vacío. No puede haber un “mejor” perdiendo dos cero contra el último.
El árbitro. Núñez, como siempre, sin errores pero con las tarjetitas quemándole el bolsillo.
El público. Los de siempre, dos espectadores.
En su partido contra Talleres Carlos, últimos, con solo un punto a favor y un gol-average de veintitrés goles en contra, el Barrio S.F cayó derrotado, e incluso podríamos decir que humillado, por 2-0
En ningún momento se vio un Barrio ganador, agresivo o enérgico que pudiera no ya ganar el partido, sino marcar un gol con autoridad.
Empezó asentado el Barrio, con unos dignos quince minutos principales, donde el Talleres Carlos no acertaba a dar dos pases seguidos, con pérdidas de balones estúpidas e infantiles. El Barrio tenía la pelota pero no sabía que hacer con ella. Apenas creaba peligro arriba y de eso se dio cuenta el rival, que se agazapó atrás en busca de un golpe letal.
Y ahí vinieron los problemas. Se adelantó Talleres Carlos tras un fallo colectivo que empezó en Raúl Casillas y un mal saque de puerta seguido de un erróneo control de Manolito Hurtado que propició el contraataque rival y el consiguiente tanto tras un buen regate al guardameta.
¿Jarro de agua fría? Barreño entero y congelado que se desplomó sobre el equipo quedándole bien aturdido. Minutos después, tendrían la oportunidad de empatar pero Fermín Iglesias, con toda la portería par él, tiró a dar y efectivamente dio, dio al único defensa que estaba bajo los palos.
Y otra vez pudo repetir gol el Talleres, tras una jugada-error calcada al primer tanto, pero esta vez Raúl Casillas demostró su oficio.
Se llegó al descanso con un Barrio herido en su orgullo y con la moral por los suelos, que quedó demostrado en el silencio sepulcral del banquillo en el tiempo de reposo.
La segunda parte volvió a ser una copia de la primera, el Talleres Carlos atrás, con su número 11 (quien junto al 14, daban los únicos destellos de calidad) esperando la oportunidad.
El Barrio por su parte, siguió fallando en los pases, marcajes y controles, sin poder acercarse a la portería contraria. No es una excusa, pero el campo influyó negativamente a la hora de elaborar una jugada, pues enseguida había tres rivales encima. Por tanto, se recurrió al patadón largo, lo cual, en este equipo, que no está sobrado de Beckams y Cristiano-Ronaldos, no fue una buena idea.
Y muy puntualmente, los mecánicos que tenían su oportunidad, hasta que en una buena acción a la media vuelta, su numero 14 apuntillaría a nuestro Barrio. Para rematar la faena, Fermín Iglesias volvió a estrellar el balón en el único bulto bajo los palos.
Antes de acabar el partido, nuestro árbitro favorito volvería a dejarse notar sacando una estúpida tarjeta al debutante Juanito, en el último minuto y habiendo perdonado muchas peores durante el encuentro. Pero esto, ya no sorprende a nadie.
En resumen, mal partido y justa derrota del Barrio, que se hunde en la ciénaga del descenso por méritos propios, a la espera de lo que haga Malmaral, y que mucho tiene que mejorar para conseguir escapar de esta situación.
Aún le queda una vuelta entera, seremos optimistas.
El mejor. Vacío. No puede haber un “mejor” perdiendo dos cero contra el último.
El árbitro. Núñez, como siempre, sin errores pero con las tarjetitas quemándole el bolsillo.
El público. Los de siempre, dos espectadores.
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1 comentario:
Vaya panda de mataos. Es impresionante lo mal que se puede jugar a futbol.
Asi no se salvan ni rezando a la Virgen.
Pero miremosle el lado positivo, seguro que el año que viene, en 2ªB ganan más partidos (o a lo mejor tampoco)
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