Una soleada mañana de domingo jugamos el partido de la primera vuelta contra Madernova. Nos comían las bajas. Fue el día después de un fin de semana de campo que tuvo a varios futbolistas del equipo fuera. A los cuarenta segundos ya perdíamos. Aún así, luchamos como jabatos. Nos golearon, sí. Fallamos ocasiones clarísimas.
Quizás fue el partido de la temporada que más goles claros hemos fallado. Eran superiores, pero sólo lo demostraron dentro de cada área. Y el partido de este domingo llega justo detrás de otro día de campo, pero parece que éste más formal.
Por cierto, qué mal nos está tratando la pista de la Universidad para ser históricamente nuestra. La hemos debido de tratar mal. Tres partidos hemos jugado allí. Tres goles a favor, catorce en contra. Goleadas duras. Trataremos de invertir la tendencia.
Por cierto, qué mal nos está tratando la pista de la Universidad para ser históricamente nuestra. La hemos debido de tratar mal. Tres partidos hemos jugado allí. Tres goles a favor, catorce en contra. Goleadas duras. Trataremos de invertir la tendencia.
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