La liga la comenzamos la mañana de un dieciséis de octubre. Nos tocó jugar en el campo de La Asunción, y, por suerte, fue la primera y última vez. Parecía más un campo de fútbol playa que otra cosa. Perdimos por goleada. Apenas teníamos cambios y el equipo rival, la Guardia Civil, era un equipo de perros viejos que sabían a qué jugaban.
Durante las siguientes jornadas el equipo mejoró un poco, aunque continuamos con las derrotas. No nos goleaba nadie, y perdíamos por dos o tres goles de diferencia. El Ricci tuvo partidos en los que parecía internacional. Las sacaba de todos los colores. Así llegó nuestro primer empate. Perdíamos 2-0 al descanso, Abel pilló dos balones largos y empatamos. En los últimos veía pasar la pelota en dirección a nuestra portería y pensaba: gol. Pero el Ricci siempre llegaba.
Tras aquel empate, y con el comienzo del año, cogimos una racha muy mala, de goleadas en contra y de algún que otro cabreo por la escasez de gente.
En la parte final de la liga volvieron las derrotas por pocos goles. Empatamos un partido más, a tres, y en la penúltima jornada ganamos nuestro único partido de toda la liga. Ganamos 1-0, gracias a un gol olímpico de Isak, que se estaba especializando en ellos. Lo mejor de todo, cómo hicimos una fiesta del último partido. Perdimos 5-3, pero fue a lo grande,. El partido concluyó cuando Isak marcó en un saque de puerta.
Pero el gran petardazo lo pegamos en la competición de copa. Salimos exentos de la primera ronda, y en la segunda nos esperaba un buen equipo que no nos dio opción. Dos meses después de aquello, me llamó el organizador para decirme que el equipo que nos había eliminado se había retirado, y que habían decidido clasificarnos a nosotros a la siguiente ronda, que en teoría eran las semifinales.
Debíamos enfrentarnos al Secoex, un equipo que nos había goleado por ocho a cero en una lluviosa mañana de principios de año. Pedí ayuda a dos gatos que ya nos habían ayudado alguna vez, Jesús Cordón y Sergio Casillas. El partido se complicó sobre manera cuando ambos equipos nos quedamos con un hombre menos. Seguía el 0-0 en el marcador y ellos comenzaban a ponerse nerviosos. En esas, tras una gran pared entre Juanma y Cordón, termino con el primero poniéndonos por delante. Estalló la fiesta, que duró hasta que nos dijeron que realmente no estábamos en la final, que aún debíamos disputar otro partido.
Otra semifinal. Nuestro rival: El Bar Lauri Kpuri. Duelo en la cumbre. No dudábamos de nuestra victoria, pero comenzamos hechos un flan. La primera parte fue un desastre y se fueron con ventaja de 1-0 al descanso,Tras el descanso Juanma empató. pero el futbolista clave fue Alfonsazo. A la salida de un córner botado desde la derecha del portero, Alfonso trató de cazarlo, pero se pasó de frenada y solo pudo embestir al guardameta con un cierto empujón. El portero reaccionó pegando un pelotazo a Alfonso, penalti y expulsión.
La final no tuvo historia. Sólo tuvimos alguna opción al principio del partido. En cuanto se pusieron por delante, nos machacaron. Siete a cero. Volvimos a demostrar que somos un equipo especial al abrir las botellas de champagne en el descanso,
Una gran experiencia, nuestra primera liga larga.
Javi Lairado
1 comentario:
nuestra primera liga larga y para mi la mejor por todo...lo pasamos como nunca jugando al futbol, hechando risas siempre, desayunando cuando tocaba partido tempranito o caña al mediodia, siempre por supuesto para reponer fuerzas!!
la verdad es q si me hubiera ido, el no haber podido jugar con los Chachos me habria dolido mas q el hexo de estar fuera!!
pero es q somos eso, un equipo especial, nos reimos de nuestras derrotas, de nuestra escasa calidad o talento para este deporte, de nuestras gilipolleces...Somos un equipo!
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