Barrio San Fernando – Viveros Holgado

Un empate que supo a poco.

Por fin debutó el Barrio San Fernando, en una mañana gris y amenazante de agua. Un debut además, con sabor agridulce pues se el equipo quería y podía haber ganado el partido.

Empezó nervioso el Barrio, con perdidas de balones tontas y sin encontrar su verdadero estilo de juego. El rival llegaba con facilidad al área aunque no materializaba sus ocasiones. Sin embargo, la primera oportunidad vino de nuestro lado, con un voleón en largo de Raúl Casillas que por muy poquito no se convirtió en un gol de portería a portería. Salvo eso, nada; dominaba Viveros Holgado y el Barrio no daba muestra de que pudiera marcar un gol.

Sin embargo, los minutos pasaban y el marcador no se movía. Pero en una desafortunada jugada, de esas habituales entre la defensa y el portero, de esas habituales en este Barrio, llegó el primer tanto. Raúl Casillas sacó en corto para Ricci, y éste en corto para Jaime, quien, en un segundo de indecisión, se dejó robar la cartera por el listo delantero rival, que aprovechó para marcar su primer gol en la liga. Corría el minuto 9 y el Barrio perdía. Javi Lairado movió el banquillo sin mucha fortuna porque el equipo no terminaba de llegar arriba. Viveros Holgado seguía llegando aunque se encontraban con el mejor jugador del partido hasta el momento, Raúl Casillas, todo un muro infranqueable.

Con éstas, comenzó la segunda mitad, y no sabemos qué le diría Javi Lairado a sus chicos, pero funcionó. El equipo empezó a mover la pelota, a tocar con rapidez y a desmarcarse con astucia, consiguiendo llegar en los primeros minutos más veces que en toda la primera parte. Entre tanto, el rival disponía también de sus golpes, pero sin mucha fortuna.

Y tanto fue el cántaro, que al final se rompió. En un robo de balón en la mitad del campo contrario, Fermín Iglesias avanzó unos metros para pegarle un zapatazo al balón, que entre piernas, charcos y botes consiguió colarse en la portería. La alegría estalló en el campo y en la grada, donde fue muy celebrado.

Faltaba aún más de medio tiempo, el Barrio lo sabía y el Barrio fue a por él. En esos momentos el partido se convirtió en un toma y daca continuo de ocasiones para ambos equipos que, o bien por el portero (Raúl Casillas) o bien por los delanteros (del Barrio) no acabaron en gol. Hubo un par de oportunidades clarísimas en el área que arrancaron el “uy” en la grada pero que ni Manolito ni JM Deocano las remataron.

El partido se acababa y todo apuntaba al empate. Sin embargo, aun dos acciones pudieron inclinar la balanza del lado del Barrio S.F: JM Deocano tuvo en su frente el gol de la victoria, cuando a falta de dos minutos estrello en el larguero un remate de cabeza, y la ocasión final fue para Isak, que en el ultimo suspiro lanzo una falta ligeramente desviada.

Al final, reparto de puntos y de resignacion, pues ambos equipos se fueron con la impresión de que podrían haber ganado el partido. Es lo que pasa cuando juegan dos equipos malos.

La figura. Raul Casillas, que evitó la goleada.
El árbitro. Vicente Medina. Sin acciones complicadas. Bien
El público. Una buena entrada: 7 personas