Historia: La Liga del Anti-Calendario

Teníamos patrocinador: Venta La Masía, gracias a las influencias del padre de Isak. Como fichajes, Ricci volvió a la defensa, cogimos a Dinky y a Roberto Rico, que volvía de Francia. También lo dejaron Pablo y Txiko, bajas que cubrimos con la ficha de David. Alfonsazo, uno de los fundadores, nos dejó para trabajar en Madrid, y había que llenar su pérdida, aunque no encontramos con qué.

Lo peor de la liga, con diferencia, dos cosas: el calendario y los arbitrajes. Comencemos por lo segundo: No digo que vayan en contra nuestra porque no es así, es que son especialmente malos con todo el mundo. Imagino que arbitrar es difícil, pero no se salva ni uno. El nivel es ínfimo, y la liga, partido a partido, fue una constatación de ello.

Lo mismo puedo decir del calendario. Debo imaginar que es difícil hacerlo y dejar contentos a todos [aunque nosotros nunca habíamos tenido queja], pero comenzamos la liga un viernes, y durante la semana siguiente jugamos otros cuatro partidos. Lunes, martes, miércoles y viernes. Un desastre.

El comienzo fue movidito. Jugamos contra el Bar de Fredi, unos colegas del barrio, y, aunque en la primera parte les aguantamos bastante bien, en la segunda nos machacaron bajo un diluvio. La semana terrible la comenzamos con un buen partido en el que conseguimos la victoria ante el Automoción del Oeste. Ellos se adelantaron muy pronto, pero conseguí el empate en un rechace. Un gran gol de Juanma de tacón, y un remate del Churro de media distancia nos dieron la victoria.

El resto de aquella semana fue un desastre por cuanto nos golearon sin piedad en todos los partidos. Especialmente duro fue el de Copa, nuestra competición, dónde nos golearon por 4-8 después de que regaláramos seis goles. La semana terminó con cierto mosqueo por parte de todos. Menos mal que tardamos dos semanas en jugar otro partido.

De hecho, los siguientes fueron varios de los mejores partidos del equipo. Y varios de los que más patadas recibimos, también. Primero, una derrota por 3-6 ante Suexal, un viejo conocido de todas las competiciones, ante los que llegamos ganando al descanso, pero contra los que la segunda parte se nos hizo demasiado larga. Y después contra el Bar Lauri, que marchaban líderes de la competición, ante los que conseguimos empatar a uno… y gracias, porque fuimos ganando todo el partido, con mucha seriedad defensiva.

Al final de la temporada, cierta pájara física y mental nos impidió rendir más, y perdimos con bastante holgura, despidiéndonos con mal sabor de boca.

Javi Lairado